El fondo de la escena- Guaiquilao Luana
Al verse sumergidas en una tragedia en común, tres hermanas deben suspender sus vidas y sumergirse en la vorágine de la dinámica familiar al encontrarse en la sala de espera de un hospital a punto de colapsar (como la comunicación entre ellas) donde su madre fue internada de forma urgente. La sala se convertirá pronto en un punto de encuentro obligatorio y ameno para las hermanas, acompañadas de una cámara, un relato que actualiza los viejos rencores y ocultos secretos que como el hospital se desmantelarán y saldrán a la luz.
Eva, la hermana mayor, la hermana pragmática se hizo cargo del negocio familiar de reparación de electrodomésticos cuando su padre falleció. Sandra por otro lado, en esta historia es la hermana del medio, la hermana ansiosa, intensa que siempre busca llegar a la comunicación y a la dinámica familiar soñada pero poco logra convencer a sus hermanas de lo mismo; es así que Sandra lleva a su ansiedad y a Damián, su pareja, a todos lados. Viviana, la hermana menor, soñadora y escapista nos narra, con sus dotes de guionista y llevando a cabo sus ideas, el fondo de la escena.
El hospital donde se encuentra internada la mama de Eva, Sandra y Viviana, al igual que ellas esta en quiebra y en reparación, es por esto que se alquila como set de filmación para poder sustentar los gastos del establecimiento. Las hermanas no solo son pragmáticas, intensas, ansiosas, guionistas de sus propias ideas y decisiones, sino que también son, extras en una película de terror. Dejan de ser personajes secundarios en la dinámica familiar para volverse, a la vez, protagonistas de la tragedia que las atraviesa como familia al unisonó. La entrada a una filmación se vuelve un escape de su propia trama, de su propia realidad donde deja de preocupar por momentos si mamá va a sobrevivir o no, y empieza a importar como será la escena siguiente, dándole así tintes de comedia y drama como una visión externa de las cosas que podrían ser y no vimos.
El fondo de la escena, es una obra que nos muestra los diferentes tintes de comedia, drama, incertidumbre y ambigüedad de las dinámicas familiares ante una tragedia, en una sala a punto de desmantelarse. En una realidad donde lo único que queda por abrazar es la incertidumbre, las actuaciones logran, con humor y frialdad, que nos preguntemos ¿Estoy siendo el guionista de mi propia vida? Cualquiera sea la respuesta, estoy segura de que Viviana diría que lo más difícil de nuestras ideas cómo y cuándo llevarlas a cabo. Parece una ficción delirante, pero solo es el reflejo de los secretos y tragedias familiares, con la cual creo que la mayoría se sentirá identificado.
Se puede ver todos los Sábados a las 19hs, en El Portón de Sánchez (Sánchez de Bustamante 1034, CABA)