Alcira Gijena

Alcira Gijena

La obra lleva el nombre de un pueblo inventado de la provincia de La Pampa. Alcira Gijena es la segunda obra teatral del colectivo artístico Muchitas Munay, presentada en la Sala del Café Artigas (Villa del Parque, CABA). Autoría de Paula Sanchez e interpretada por seis actores y actrices. El campo, el aislamiento y la burocracia conforman un mundo narrativo, construido desde el morbo, la crítica y el humor.
Al comenzar la obra, los actores se disponen de forma inquietante. Nueve figuras al fondo de la escena, de espaldas, reciben a los espectadores al ingresar a la sala. Otros dos personajes, más adelante, parecieran ser parte de otra cosa, uno acostado en el piso, a forma de cadáver, la otra dando vueltas alrededor de él. El teatro comenzó antes de apagar las luces. Tarda la mirada del espectador en descifrar algunos detalles desconcertantes. 
A partir de allí la obra es veloz, con momentos cómicos y otros tensos. Hay más de una línea narrativa ocurriendo al mismo tiempo. La obra se guía por la preparación de un acto que se llevará a cabo en el pueblo (una celebración por el paso del París Dakar por la localidad). La obra está poblada por los vínculos entre los personajes, que son empleados estatales. Hay un linaje eterno y vetusto que gobierna al pueblo, hay affaires, hay boicot y un subtexto que se desarrolla en silencio a lo largo de la obra. Hacia el final, Camila Calculli, que interpreta a la encargada de servicios fúnebres, dice: Ese busto está hecho cartapesta, como todo en este pueblo. La explicación del busto no es relevante en este punto, sino la caracterización del pueblo como hecho de un material endeble, frágil, vacío.
La disposición en el espacio es lo más interesante. Maniquíes vestidos de personas, se mueven a la par con los actores, simulando más gente, más bullicio, más tensión. Usando la iluminación como herramienta fundamental, se enfoca la atención en dos o tres personajes, mientras que el resto, nunca sale de escena. Se construye el mundo desde el minimalismo, desde la falta de escenografía. El cuerpo evoca todo lo necesario. La función de estos elementos es referida por Mauricio Kartún: Desde siempre el teatro supo que no se trataba de contar historias sino de condensarlas. Peter Brooks también dijo alguna vez que el vacío en el teatro permite que la imaginación llene los huecos. El teatro independiente tiene al vacío como materia prima y es un compañero si sabe aprovecharlo.
El póster de la obra en Alternativa Teatral tiene un subtítulo: Todos estamos rotos. Es una afirmación que no aparece en la obra y que no figura, incluso, en todos los flyers. La obra expone las carencias, los conflictos, el abandono estatal y la traición política.
 

Por Victoria Pascualini - @universa.emergida

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