La vaca atada de Helena Tritek
Un espacio casi vacío donde en penumbras dos hombres planchan sus camisas con dedicación y énfasis. Minutos después sabremos que se trata de sirvientes de una familia adinerada y que están preparando sus ropas para embarcarse pronto hacia Europa en un lujoso transatlántico.
La vaca atada está escrita y dirigida por Helena Tritek quien nos sitúa en la Buenos Aires de los años 20, dentro de la casa de una familia aristocrática de la época.
Eran tiempos donde los límites entre los ricos y sus empleados estaban bien marcados, con costumbres y rituales que ubicaban a cada uno en el lugar de la historia que le había tocado en suerte.
“Patrón se nace” asegura uno de los trabajadores de mayor jerarquía. Y esa afirmación se transforma en creencia, resignación y la movilidad social en utopía.
La propuesta nos deja espiar el ir y venir del personal doméstico que gestiona el funcionamiento de la casa de acuerdo a las necesidades de los patrones.
Pero como ellos también forman parte de una sociedad piramidal, dentro del grupo de asalariados también existen las diferencias de rangos y no todos tendrán acceso a este próximo viaje.
Europa era la fantasía y el anhelo de un futuro radiante. París, el lugar elegido por la clase alta de nuestro país. Allí eran recibidos con los brazos abiertos porque en ese entonces se vislumbraba un futuro próspero y de abundancia para la Argentina. “Riche comme un argentin” era la frase que sonaba para referirse a alguien con poder adquisitivo elevado.
El título de la obra hace referencia a que durante esos extensos períodos de navegación, además de sus empleados, la familia llevaba gallinas al cuidado de un peón para abastecerse de alimentos durante la travesía y una “vaca atada” para tener siempre leche fresca.
Un elenco con todos los personajes protagónicos, donde cada uno cumple con su papel a la perfección. Me resultó particularmente atractivo el trabajo de Millie Almeida, en el rol de la criada meticulosa, ilusionada por conocer París. Su actitud corporal y su mirada, que observa con anhelo ese mundo cotidiano y a la vez tan lejano al que seguramente aspira pertenecer.
La puesta en escena tiene el sello inconfundible de Tritek. Los climas, las luces, el decir de los actores, la música que acompaña y cuenta, con momentos de absoluta poesía.
Una obra para reflexionar y repensarnos. Hoy, un siglo después, ¿avanzamos? ¿perdimos?
Por Valeria Argenzio - @yohablofuerte
Ficha técnica
Elenco: Fito Yannelli, Silvina Quintanilla, Milagros Almeida, Julieta Raponi y Miguel Ale Granado
Arte: Miguel Ale Granado / Asistencia de dirección: Rodrigo Barrionuevo / Puesta de luces: Eli Sirli / Fotografía: Silvana Galdy / Diseño Gráfico: Seedy González Paz/ Prensa: Paula Simkin
Dirección: Helena Tritek