
¿Real o ficción?
La obra comienza y el espectador parece descolocarse un poco… ¿Está presenciando un ensayo dentro de una obra de teatro? La actríz, ¿está haciendo de ella misma? La utilería, ¿qué rol tiene? ¿Representa algo o es sólo un objeto en escena? ¿Estamos en un teatro real que debemos asumir como ficticio?
Estas preguntas ayudan a reflexionar sobre el teatro en el teatro, lo meta-teatral que caracteriza a la obra en cuestión. Bajo la dirección de Alfredo Martín, Si alguna vez te hace falta mi vida nos invita a reflexionar sobre el teatro; junto con los códigos y convenciones que como espectadores compartimos.
Se trata de pensar en nuevas maneras de ver y de hacer teatro, de cuestionar sus límites y alcances. Aquí, la metateatralidad antes mencionada abre un espacio de juego en dónde el público toma un rol totalmente distinto.
Asimismo, la constante mención e incluso representación de escenas de Anton Chejov, Florencio Sánchez y García Lorca, por ejemplo, vuelve consciente lo siguiente en el espectador: está viendo teatro. La manera en la que Eloisa y Ada/ Adela llevan a cabo sus versiones del texto resulta cómica, pero tierna a la vez por el amor que parecen tenerle a esos autores y a la dramaturgia en sí misma.
Sin ir más lejos, de más está decir que el teatro nos permite no solo conocernos a nosotros mismos y la relación para con los otros, cuestión muy clara en la obra; sino también el modo que tenemos de relacionarnos con el mundo, de concebirlo como tal. El teatro posee la increíble capacidad de estirarse sin llegar a quebrantarse, volverse elástico en sus condiciones y de abrir nuevos espacios simbólicos y físicos, además de transformarnos a nosotros mismos. Ver y hacer teatro como acto de producir una denuncia, generando en sus espectadores el deseo de nuevas maneras de vivir.
“En ocasiones el arte y la ficción se aparean con la vida para construir un acto nuevo…”, menciona el epígrafe de Si alguna vez te hace falta mi vida. En efecto, es el recurso de la meta-teatralidad expuesto anteriormente y la particular relación de estas mujeres lo que construye un nuevo acto. Al fin y al cabo, la obra finaliza con un público envuelto en la dicotomía realidad- ficción, binarismo que Alfredo Martin bien sabe afrontar.
Por Fermina Kon - @fermikon
Una vieja actriz se refugia en un teatro abandonado, donde ensaya una obra para despedirse del público, mientras los sonidos de la iglesia vecina interrumpen su trabajo. Una periodista la propone una entrevista, y ambas desandan una historia peculiar. Despiertan los fantasmas del pasado, mientras los ensayos avanzan y se tornan compartidos. Transitan escenas de Chejov, García Lorca y Florencio Sánchez, y en esa experiencia develan un secreto en común que puede transformar sus vidas.
Dice Alfredo Martín:
“¿Puede el teatro volver a reunir, lo que la vida ha separado? La poderosa urdimbre que teje la escena, modifica los cuerpos sensibles y despabila las almas; en ese lugar puede repararse algo dañado.
El teatro como práctica artística y social, alimenta otras formas posibles de alianza y resistencia, frente del giro individualista y excluyente que ha tomado nuestra sociedad. Si alguna vez te hace falta mi vida, nos habla de eso. La revolución de las pequeñas cosas, planteada por Florencio Sánchez en su obra Puertas adentro, plantea una vuelta al pensamiento anarquista, que recupera la posibilidad de acción política para cada ser humano, desde su propio obrar cotidiano. ¿Será posible eso en nuestros días?
Por Fermina Kon - @fermikon
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Actúan: Rosana López, Elida Schinocca
Iluminación: Fernando Diaz, Alfredo Martín
Diseño de escenografía: Fernando Diaz
Realización de escenografia: Fernando Diaz
Asesoramiento artístico: Marcelo Bucossi
Asistencia de dirección: Ana Estefania Pasulevicius
Duración: 65 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
✨ SI ALGUNA VEZ TE HACE FALTA MI VIDA
🗓️ Viernes - 20:00 hs
🎭 EL CRISOL
📍 Malabia 611